La mermelada es uno de los alimentos más saludables elaborados con azúcar. Nuestro consejo será útil para aquellos a quienes les gusta no solo abrir frascos de mermeladas, sino también “cerrarlos”.
- Si recoge frutas usted mismo, lávelas lo menos posible antes de cocinarlas. Si compra frutas en una tienda, en el mercado o de una abuela desconocida, por el contrario, lávelas lo más a fondo posible.
- Para la mermelada, es imperativo seleccionar frutas enteras, intactas y, si es posible, incluso ligeramente inmaduras; las únicas excepciones son las ciruelas y las cerezas, deben estar absolutamente maduras. Envíe las frutas y bayas más maduras a la compota; incluso las frutas demasiado maduras y ligeramente arrugadas son adecuadas para ello.
- Esteriliza los frascos. Esto no es tan difícil, pero en gran medida te garantiza la seguridad del producto en el que tanto esfuerzo se ha invertido. No crea en la esterilización en el microondas, todo es una tontería “para el espectáculo”. Haz lo que debes – en un baño de agua.
- Para que las bayas en la mermelada conserven su forma y aroma naturales, vierta las bayas lavadas y peladas con almíbar caliente durante 3-4 horas, y solo después de eso comience a cocinar.
- Las bayas y las frutas con una piel densa, por ejemplo, las grosellas y las ciruelas, pinchan con un pincho o un palillo, luego el jarabe se absorberá mejor durante la cocción.
- Si por alguna razón la mermelada aún no se espesa, agregue un poco de jugo de limón o compota de manzana.
- Para evitar azucarar, agregue jugo de limón o ácido cítrico diluido a la mermelada, en la proporción de “1 cucharada de jugo o solución por 1 kg de frutas o bayas”, o un poco menos, dependiendo de cuán ácida se use la fruta. . ¡Y no cocines demasiado la mermelada!
- La mermelada está lista si las frutas o bayas se distribuyen uniformemente en el almíbar y se vuelven translúcidas. Para estar seguro, recoja un poco de jarabe con una cuchara limpia y colóquelo en un plato limpio; no debe esparcirse por el plato.
- Guarde la mermelada en un lugar fresco y seco, preferiblemente a una temperatura de 10-15 ° C. No guardes la mermelada en frío, no la metas en el refrigerador: seguramente se volverá azucarada.
- Cuida de antemano los frascos y pegatinas correctos. Las latas modernas con un “cierre” de hierro y un anillo de junta de goma (preferiblemente de silicona) son lo más hermoso. Fácil de usar, hermoso y ahora económico. Y la tapa nunca se perderá.
- El hermoso empaque para mermelada es algo de archivo. Además, la pegatina en el frasco no solo es hermosa, sino también funcional. Si cocina mucho, la información sobre la fecha del “marcador” no será superflua en absoluto. Si tienes tinajas ordinarias con tapas poco atractivas, es fácil ennoblecerlas con un trozo de tela de saco atado con una bonita cuerda o cinta. O incluso un trozo de pergamino, atado exactamente de la misma manera.
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